3 Día Travesía Sierra de Segura Profunda
Mapa 1: De Pradomaguillo a Hotel río Madera. 7.7 km.
Mapa 2: de Hotel Río Madera a Hornos de Segura. 16-18km
Con las primeras luces y unos 4-6 grados de temperatura dejamos atrás la aldea de montaña y la inolvidable Casa Rocar para enfilar el carril que nos llevará hast el Hotel Río Madera. Seguimos las señalizaciones de la primera etapa de la variante 1 del gr 247.
Pronto nos introducimos en un impresionante bosque de pino laricio que serpentea en leve descenso, dejando a los 10 min. un desvío a la izquierda hacia el refugio de El Bodegón, durante varios kilómetros.
La quietud es total, como es temprano avanzamos rápido y sorprendemos a esta hembra de gamo o de ciervo.
Tras casi una hora de camino damos vistas al calar de los Caracoles, donde el sol empieza a hacer acto de presencia.
Dejamos atrás el area recreativa de La Morringa y enfilamos por asfalto unos cientos de metros hastas el cruce del Hotel de Río Madera.
El cruce es uno de los puntos nodales de la zona, hay numerosa cartelería, nosotros nos encaminamos al Hotel, que dista unos doscientos metros.
Los pinos que flanquean el carril son de una talla impresionante.
Hotel Río Madera, donde teníamos pensado desayunar tras dos horas de camino. Pero estaba cerrado, así que nos sentamos en las sillas de la terraza, un poco desalentados. Pero en ese momento salió un serrano de unos 80 años, el propietario y antiguo trabajador del aserradero, y despertó a su hijo para que nos hiciera un buen desayuno. Tras encargar un bocadillo de jamón y tortilla nos encaminamos a nuestro próximo hito, el refugio de El Campillo en la base de El Yelmo.
Para ello optamos por continuar por la carretera hacia Arroyo Canales, al fondo, y, en la primera curva hacia la izquierda, nos salimos del asfalto. Enfilamos un precioso sendero perfectamente equipado por la Confederación Hidrográfica del Segura que, tras 5 km, nos subirá hasta El Campillo.
El sendero cruza varias veces el arroyo Canales por unos puentes, algunos de los cuales están ya rotos o en camino de hacerlo.
Dando vistas a un cortijo. El sendero esta flanqueado por listones de madera. Un trabajo duro el que han hecho los de la Confederación Hidrográfica pero que hace imposible que te pierdas.
Vamos ascendiendo mientras el calor aprieta, obligándonos a quitarnos los forros polares.
Refugio El Campillo, a la izquierda, junto a las ruinas de la casa del ingeniero. Al fondo, la mole llena de antenas de El Yelmo.
Vistas desde el carril asfaltado que se dirige a El Yelmo. En la parte izquierda se aprecia la mole nevada del Banderillas.
Vistas hacia el masivo Calar del Cobo, se aprecian los dientes junto al Puntal de la Misa.
Ampliando zoom apreciamos la caseta de fogueros del Navalperal, en la parte izquierda.
El modélico Calar del Espino al fondo. En primer término el Calar de los Caracoles.
Proseguimos el camino adelantando a esta fila de procesionarias. El carril más adelante llega a una bifurcación, nosotros cogemos a la izquierda y, estando atentos, nos salimos a la izquierda por un sendero señalizado perfectamente que nos llevará al gran bucle del Yelmo Chico.
Vamos faldeando por un reformado sendero de herradura que nos llevará a un cruce ya muy cerca del Yelmo Chico.
Optamos por coger el carril que nos llevará hasta la aldea de La Capellanía rodeando parte del Yelmo Chico.
En un collado poco antes de un tornajo hacemos un alto para admirar las vistas hacia el valle de Hornos. Ampliamos zoom:
Hornos. Todavía nos quedan más de dos horas, el calor aprieta y, con el acumulado de los dos días pasados, se nos hace un poco pesado el carril.
Poco después llegamos a este tornajo.
Aprovechamos para refrescarnos.
Los paredones calcáreos del Yelmo Chico amenizan esta parte del camino.
Catedral caliza del Yelmo Chico.
Vamos descendiendo, con vistas al Embalse del Tranco. Los campos de olivos están cada vez más cerca.
Justo en este punto nos salimos hacia la aldea de La Capellanía. Llevamos las cantimploras casi secas y nos introducimos en el pueblo de busca de una fuente.
Aunque no lo parezca, La Capellanía está muy animada, es fin de semana, y se nota. Tras mucho buscar, rodeamos la aldea hasta encontrar la fuente.
Descendemos siguiendo las marcas del gr 247 hasta el arroyo de la Garganta de Hornos, cruzando un pinar. Los márgenes del sendero están cubiertos por un increible número de latas de conserva oxidadas.
Tras una corta subida nos situamos a media ladera siguiendo el sendero que va por encima de la conducción de agua. Enfrente tenemos a ratos las diversas caras rocosas del Yelmo Chico.
Tras cruzar un olivar pegados a un muro de tierra desembocamos en un carril que pasa junto al depósito de agua de Hornos. En apenas unos cientos de metros ganamos vistas al punto final de esta magnífica travesía:
Hornos del Segura. Llegamos a las 16.00 horas a los Apartamentos Raisa. Nos da tiempo a comer un buen plato combinado antes de darnos una ducha y descansar.
BALANCE
Han sido tres días de intensas sensaciones, recorriendo una buena porción de la parte norte de este inmenso Parque Natural. El primer día nos sumergimos en el pasado serrano de las aldeas abandonadas, recorriendo uno de los valles más solitarios e impresionantes de Andalucía. El segundo y tercer día pudimos disfrutar por carriles, asfalto y senderos de aldeas de montaña como Huelga Utrera, Los Anchos, Pradomaguillo, Río Madera y La Capellanía. Sólo el tercer día, en los alrededores de El Yelmo, encontramos otros senderistas, se puede decir que tuvimos la Sierra de Segura para nosotros sólos, lo que lo ha hecho más especial si cabe.
AGRADECIMIENTOS
Antes que nada el valle de las Espumareas, Miravetes y Centenares los descubrimos gracias a los expertos del Foro Turismo Cazorla, a quienes les fue mostrado por el Tío Bernando, el último habitante de las Huelgas, DEP. También quería agradecer la información recogida en blogs como rutas.pradomaguillo.com, Montañasdelsur, cochedesanfernando, elcaminodepontones.blogspot y otros más que nos ha permitido organizar esta ruta tan completa.
Por otro lado, tanto los hermanos de Pontones, Roque en Pradomaguillo y el viejo aserrador de Río Madera nos demostraron que la Sierra tiene mucha vida gracias a serranos como estos. Son, en el fondo, el mejor activo de estas tierras, más que las montañas, los ríos y los bosques. Muchas gracias por todo.
Tremendo reportaje. Felicidades
Pero que lejos está la Sierra de Segura. Profunda y de las pocas sierras prácticamente virgen diría yo.
Muchas gracias, pues sí la de Segura es la Sierra más salvaje del Parque Natural y probablemente de toda Andalucía. Un saludo.