Esta ruta transcurre por el Macizo de Líbar en el Parque Natural de Grazalema recorriendo un gran tramo del río Gaduares o Campobuche. La excursión permite conocer una gran variedad de ecosistemas: montañas calcáreas, bosques de quejigos y alcornoques y grandes llanos creados por la disolución del Karst.

Tipo: Circular

Dificultad: media

Duración: 6 horas horas más o menos dependiendo del ritmo de cada uno.

Distancia: 24.5 Kilómetros

Desnivel: 400 mts de desnivel de ascenso 

Agua:  La fuente de Imbro se encuentra a una media hora del inicio de la ruta y volveremos a pasar junto a ella poco antes de finalizar.

RECORRIDO FOTOGRÁFICO:

El punto de partida de esta ruta es el pueblo serrano de Montejaque. Lo mejor es aparcar a la entrada del pueblo, junto a la confluencia de la avenida Knittlingen con la calle Santiago. Debemos remontar esta última calle que nos saca casi inmediatamente del pueblo en dirección norte. Tras unos trescientos metros debemos coger un carril terrizo a nuestra izquierda con cartelería de la Junta de Andalucía. Este camino nos introduce en pocos minutos en el valle del Gaduares. Hacia el este vemos la forma piramidal del monte Tavizna, bajo cuya sombra se ubica la presa de los Caballeros.

Delante vemos el carril de tierra que debemos coger para iniciar la ruta. A la derecha, la forma piramidal del Tavizna.

La historia de esta obra hidráulica es el relato de la infructuosa lucha de la ingeniería humana contra la Naturaleza: hace casi cien años una empresa suiza intentó construir la primera presa de “bóveda-cúpula” de Europa en este paraje obviando la porosidad de la roca caliza. El resultado fue que el agua se filtraba por debajo del muro, por el Hundidero, y salía unos kilómetros más allá por la Cueva del Gato. A pesar de los intentos por cerrar las vías de escape del agua, en 1947 el proyecto fue abandonado. Puedes ampliar información sobre este asunto en la web: https://andaluciarustica.com/presa_de_montejaque.htm.

Valle del Gaduares. O, lo que es lo mismo, cuba del embalse fallido de la presa de los Caballeros,

El carril nos introduce en el valle del río Gaduares o Campobuche. Junto al camino nos acompaña una fila de listones de madera que conforman una ruta para invidentes que nos acompañará hasta el cortijo de los Calabazales.

Listones del camino para invidentes. Al fondo vemos el cortijo de los Calabazales y, detrás, los alcornoques y quejigos de la zona boscosa de Los Cucaderos.
Junto al cortijo de los Calabazales.

El cortijo de los Calabazales es la puerta de acceso a la boscosa zona de los Cucaderos. Las vacas, las cabras y los cerdos pastan a sus anchas por esta zona. Nos introducimos en Los Cucaderos, un tramo boscoso con suaves colinas de alcornoques y quejigos.

Tras unos veinte minutos de recorrido por el alcornocal el carril se bifurca. Debemos seguir por la derecha. Un poco más allá el camino terrizo muere junto a una cancela que debemos cruzar y dejar cerrada para sumergirnos en un tramo de suaves colinas boscosas que es toda una delicia para los caminantes.
Precioso sendero entre quercus.

Tras unos siete kilómetros desde el inicio de la ruta el bosque se abre un poco y llegamos a la pantaneta de la Casa Nueva, un pequeño embalse cerrado por un muro que, en estos primeros días del otoño está casi seco.

La pantaneta es el punto de paso de numerosas aves.
Sendero que transita junto a los márgenes de la laguna.

Dejamos atrás la laguna por un sendero bien marcado. Al final de la laguna hay un paso de hormigón que no debemos cruzar, el sendero continúa por la izquierda del río. Seguimos caminando muy pegados al cauce hasta un punto en que se nos incorpora a nuestra derecha una valla metálica junto a la que caminaremos un par de kilómetros hasta desembocar en:

El bosque se abre por fin y ganamos vistas a los conocidos como LLanos del Membrillo.

Los Llanos del Membrillo enfrente. Detrás se sitúa la sierra del Endrinal, una auténtica joya para los senderistas amantes del karst. En este enlace puedes conocerla mejor: https://www.elperiodicodemarbella.com/travesia-por-la-salvaje-sierra-del-endrinal/.

A la derecha se observa el piramidal pico de San Cristóbal. En los Llanos del Membrillo se sitúa el Chaparro de la Ánimas, de notable porte y cuyo nombre alude a que su corcho se destinaba a sufragar las velas puestas a las Benditas Ánimas del Purgatorio.

El sendero muere junto a un carril que cruza por un puente el río Gaduares/Campobuche. Nosotros debemos seguir este carril hacia la izquierda. Si continuáramos hacia la izquierda llegaríamos en un par de kilómetros hasta la venta de los Alamillos, muy cerca ya de Grazalema.

Llanura del pozo de los Álamos. Nuestro camino continúa al fondo a la izquierda.

Continuamos pues hacia la izquierda por el carril por la Cañada de las Diez Pilas durante un par de kilómetros hasta dar vistas a la zona del Pozo de los Álamos. Se nos abre una llanura de pastizales que confirma la cabecera norte de los enormes llanos del Republicano. Si siguieramos de frente en la próxima bifurcación podríamos recorrerlos y también dirigirnos a Villaluenga del Rosario o a los LLanos de Líbar. Pero optamos por seguir a la izquierda por un carril bien marcado que nos hace superar una cancela y meternos en la zona del Cabrizal.

El carril nos sumerge de nuevo en una zona de encinas y alcornoques. Obviamos un camino que por la derecha nos llevaría al llano de Zurraque. De frente cruzamos una cancela y continuamos entre quercus. Otra bifurcación señalizada nos encamina hacia la derecha en subida hacia los llanos del Culantro.

Alcornoques nos acompañan en este tramo de la ruta.
Vista hacia atrás mientras cruzamos la zona de el Cabrizal.
Bifurcación por la que debemos girar hacia la derecha.
Entrando en los Lanos del Culantro. El camino que debemos coger es hacia la izquierda.

Atravesamos los bellos Llanos de Culantro, pasando junto a su famoso pozo. Tras transitar junto a un muro de piedra encontramos una cancela de hierro que debemos cruzar. El carril nos conduce entre suaves colinas boscosas con vistas a los valles más recónditos de la zona montejaqueña del PN de Grazalema. Finalmente el camino supera el Puerto de Foreila. Comenzamos un descenso continuo por la Cañada de Escalante buscando entroncar con el carril del embalse de los Caballeros que recorrimos al inicio de la ruta.

Descendiendo de vuelta al camino del embalse de los Caballeros.

Finalmente, volvemos al valle del Gaduares. Debemos seguir hacia la derecha durante unos 500 metros hasta llegar de nuevo a la fuente Imbro, donde podemos refrescarnos un poco con el hilo de agua que emana de él. Nos resta una media hora de ruta hasta volver al coche que dejamos aparcado en Montejaque. Terminamos de este modo una ruta cuya única dificultad es la larga distancia y que nos sumerge en algunos de los parajes más bellos y desconocidos del Macizo de Libar, las montañas menos transitadas del Parque Natural de Grazalema.

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