Tipo: circular
Dificultad: media
Duración: 3-4 horas horas más o menos dependiendo del ritmo de cada uno
Distancia: 6 Kilómetros
Desnivel: 450 mts de desnivel de ascenso
Agua: Fuente de Puerto Rico Bajo, seca con frecuencia.
Recorrido fotográfico:
Esta ruta permite aproximarnos a la riqueza natural que atesora las vertientes del sur de Sierra Blanca en Marbella alejados de los senderos más frecuentados hasta casi el final de la excursión. El punto de partida de esta propuesta senderista es la entrada al carril que conduce a Puerto Rico, junto al restaurante Cascada que cuenta con un aparcamiento donde podemos dejar el coche. A la derecha del acceso a Puerto Rico parte un carril, el antiguo camino del tren minero por el que hasta hace cien años se transportaba el mineral de hierro de la mina del Peñoncillo hasta el desaparecido muelle de hierro que se encontraba donde ahora está la Avenida del Mar en pleno centro de Marbella.
Junto al acceso al carril de la mina encontramos un mapa de los senderos que recorren la Sierra Blanca y un panel explicativo de la minería. Iniciamos la marcha por el carril que va por encima paralelo durante unos cientos de metros con la carretera de Ojén. Dejamos a nuestra derecha primero el cementerio y luego la fábrica de áridos de La Juanita. Poco después un cartel señalizador nos hace girar hacia la izquierda hacia lo frondoso del camino que nos llevará al Puerto del Acebuche.
El camino se empina de inmediato, convirtiéndose en sendero que nos hace remontar la cañada. Tras una media hora de subida bastante dura llegamos a una bifurcación. Nuestra ruta es hacia la izquierda, al puerto del Acebuche, pero nos desviamos a la derecha encaminando nuestros pasos hacia la mina del Peñoncillo. A partir de este punto encontramos las señales blancas y rojas del Sendero de Gran Recorrido, en este caso la Gran Senda de Málaga que cruza trasversalmente Sierra Blanca desde Nagüeles hasta Ojén.
El sendero modera su ascenso y atravesamos un par de cañadas dejando a nuestra derecha un amplio llano que es un vertedero sellado. Tras una corta subida nos encaramamos a la parte alta de la mina del Peñoncillo que ha sido explotada a cielo abierto desde la época de los íberos, hace miles de años y hasta hace pocas décadas.
Volvemos sobre nuestros pasos hasta la anterior bifurcación y, ahora sí, cruzamos el puerto del Acebuche. En este tramo el sendero es un gustazo porque va llaneando entre enebros, sabinas, pinos y arbustos aromáticos. Justo cuando el camino enfila hacia el norte vemos a nuestra izquierda una vereda apenas dibujada que se encamina a una colina rocosa. Nos encaminamos a esta cima por esta senda desdibujada durante 5 minutos hasta coronar la cima, desde donde tenemos unas vistas increíbles del valle de Puerto Rico y de la vertiente sur de Sierra Blanca. Es el lugar ideal en el que tomar un bocadillo disfrutando de las vistas del mar y la montaña.
Volvemos atrás al camino y enfilamos el descenso paulatino hacia Puerto Rico Alto. Atravesamos la Hoya de los Cabañiles, obviando un cruce que a la izquierda nos llevaría a Puerto Rico Bajo. Este tramo húmedo y boscoso es una delicia. Entre el olor del romero y la pinocha afrontamos una corta subida por un tramo de camino más quebrado hasta iniciar la bajada que nos llevará hasta las ruinas del cortijo de Puerto Rico Alto.
Este paraje es sencillamente espectacular. Desde este punto tenemos la posibilidad, si enfilamos hacia el norte atentos a los diversos desvíos, de subir hacia la Cruz de Juanar, hacer la Vereda del Faro o realizar la Ruta de los Tres Valles. O podemos introducirnos de inmediato en la meseta de Puerto Rico Alto, un paseo por un bosque de frutales y plantas de todo tipo que cuelga encima del tajo travertino que se asoma a Puerto Rico Bajo.
Nosotros optamos por enfilar hacia el sur, iniciando el descenso al valle por la espectacular Calzada Árabe, un centenario sendero enlosado que en cómodas lazadas nos baja muy cerca de las paredes del Tajo Travertino. Estos cortados acogieron hace milenios a los primeros marbellíes y ahora dan cobijo a los escaladores que frecuentan este espacio. La bajada culmina con un empinado descenso que nos conecta con el carril que conduce a Puerto Rico Bajo.
En unos cientos de metros pasamos junto a la fuente de Puerto Rico, que suele secarse cuando aprieta el calor. Tras unos cinco minutos de camino tras la fuente debemos estar atentos a un sendero que se desgaja del carril a nuestra derecha, ya muy cerca del parking de Puerto Rico Bajo. Lo cogemos y lo seguimos unos cien metros. A continuación encontramos otro desvío a la derecha que debemos seguir y en otros cien metros llegamos a uno de los lugares mágicos de Puerto Rico: la plazoleta de los alcornoques. Este espacio despejado con bancos artesanales y varios alcornoques desprende una magia y una paz que bien merece este corto desvío del camino principal.
Volvemos al carril y desembocamos en el parking de Puerto Rico Bajo. Actualmente el acceso a Puerto Rico Bajo está controlado por una ONG, Mar Puro, que ocupa este espacio que durante décadas ha sido utilizado por los marbellíes para pasear y hacer picnics. Ahora este colectivo lo ha llenado de mobiliario y le da un supuesto uso lúdico a pesar del rechazo tanto del propietario del terreno como del Ayuntamiento.
Nos queda la parte final de la excursión: la bajada por el carril asfaltado durante unos 10 minutos que nos acerca hasta el restaurante Cascada, dejando a nuestra derecha la casucha del conocido Marqués de Guaro, un ocupa que estuvo muchos años instalado en este paraje natural hasta que hace un año se le pudo desalojar.
Llegamos al inicio de nuestra ruta, culminando un paseo variado y enriquecedor por algunos de los parajes más bonitos de Sierra Blanca. Podemos rematar esta jornada senderista visitando la cercana cascada de Puente Palo. Para ello debemos saltar el muro por la zona izquierda del aparcamiento, bajando con cuidado y en apenas cuatro minutos podremos deleitarnos con uno de los rincones más bonitos de estas sierras.