¿Qué crees que necesitas para sobrevivir si te pierdes en el desierto? ¿O en plena Serranía de Ronda?  ¿O tras un accidente de avión en la selva amazónica? Quizás pienses que lo mas necesario es un buen cuchillo de monte, o una brújula, o un chubasquero, o un mechero, o una linterna. La respuesta es sencilla: tu cabeza, lo bien amueblada que la tengas y la experiencia que poseas para enfrentarte a ese tipo de situaciones límite.

Si hay alguien en España que pueda hablar con fundamento de técnicas para sobrevivir en un entorno hostil o ante una situación de emergencia inesperada ese es Pepe Ogalla. Lleva cuarenta años aprendiendo y enseñando a cientos y cientos de aficionados y soldados de los mejores cuerpos de élite del ejército español en su Escuela de Supervivencia Anaconda en las faldas de Sierra Blanca.

Ogalla haciendo fuego.

“El 70% de la supervivencia es psicología. Lo demás es entrenamiento y conocimiento del entorno en el que te encuentras”, aclara Ogalla en una entrevista concedida a este medio tras la publicación de la segunda edición de su libro Supervivencia. Cómo sobrevivir sin equipo en cualquier lugar.

Cuando ocurre un accidente o te encuentras en una situación inesperada y de emergencia el cuerpo reacciona ante ello. Hiperventilas. Las pulsaciones se disparan. La sangre se vuelve alcalina. Se seca la boca y cada vez cuesta más respirar. Bienvenido al miedo. Es tu mejor amigo ante una situación de supervivencia. “Ante todo eso hay que hacer tres sencillas cosas: Respira. Piensa. Actúa”, explica Ogalla. “Nosotros en la Escuela Anaconda enseñamos una respiración táctica, la que usan los militares para controlar tu cuerpo y que no te domine el miedo. Porque el miedo es bueno, hace que estés alerta, pero no puede convertirse en pánico, ya que entonces es cuando te paralizas y puedes morir”, señala Ogalla, que reniega de esos “valientes” con el síndrome de Juan Sin Miedo que en situaciones de emergencia siempre acaban mal porque se creen inmortales.

Este ex miembro de la Compañía de Operaciones Especiales siempre anda ocupado. Participando en el desierto de Almería en unas jornadas de supervivencia con soldados de la Legión acantonada en Viator. Enseñando a miembros seleccionados del Grupo de Acción Rápida de la Guardia Civil como desminar un campo simulado de Mali. O explicando a componentes de la Brigada Paracaidista cómo engañar a las gafas infrarrojas y a un rastreador con perros en unas maniobras nocturnas por las laderas de la Sierra Blanca.

Con un plástico y piedras Ogalla construye un destilador de agua.

“A los militares que entreno les doy mucha caña, entiéndase que con cariño, porque quiero que estén lo mejor preparados para cualquier escenario. De hecho muchos soldados se ríen cuando se me escapa algún insulto a un capitán suyo. Soy el único que puede hacerlo”, dice Ogalla, que aclara con orgullo que los soldados españoles están muy bien considerados comparados con otros cuerpos de Operaciones Especiales del resto del mundo. Pepe, en lo que se refiere al tiempo que dedica a entrenar a militares españoles, lo hace totalmente gratis, “porque me siento parte de ellos, son como de mi familia”. 

Enseñando fuego por fricción en la Escuela Anaconda.

Este ex militar no sólo entrena a soldados. Mucha gente de todo tipo, aficionados a la supervivencia, preppers, montañeros y simples aficionados, se apuntan a los cursos de supervivencia básica que la Escuela Anaconda imparte. Enseñando cómo purificar agua con un filtro, cómo hacer fuego con una lente o un condón, qué plantas comestibles hay en el entorno, a construirse un refugio y otros muchos conocimientos que, en muchos casos, son más importantes que llevar el mejor equipamiento que pueda adquirirse en Decathlon. “Cuanto más sepas sobre tu entorno natural y cómo usar sus recursos menos equipo necesitas. Yo tengo un kit básico que consta de un cuchillo de cuello, un firesteel, una linternita y un silbato. Nada más. Porque la mochila y todo lo que necesito lo llevo dentro de mi cabeza y es toda esa experiencia que he aprendido a lo largo de los años”, explica Ogalla. “Y aún así considero que cuanto más sé, más tengo que aprender. Soy el eterno aprendiz”, confiesa.

Lección de supervivencia a soldados españoles.

De unos años a esta parte el senderismo se ha puesto de moda. Y Pepe tiene varios consejos para aquellos que, especialmente en verano, se meten a patear en el monte. “Llevar siempre agua de más, aquí en Sierra Blanca por ejemplo hay muy pocos puntos donde coger agua. Y mucha gente ha muerto en estos montes por golpes de calor”. Otro consejo que da Ogalla es muy sencillo: lleva siempre un cortavientos o una prenda de abrigo. “Porque muchas veces el clima engaña y si te pierdes subiendo a la Concha, por ejemplo, y se hace de noche puedes pasar mucho frío. De hecho, no es raro que haya tormentas repentinas y si te empapas debes saber que la temperatura corporal baja 25 veces más rápido que si estas seco”.

Clases de supervivencia a civiles.

La entrevista concluye porque Pepe Ogalla tiene que irse a Ronda, ya que ha quedado con el coronel del Tercio acantonado allí para concretar los detalles de una actividad de supervivencia que impartirá a los legionarios. A él la pandemia no le ha pillado desprevenido. Siempre está preparado. No porque tenga suministros suficientes y equipo para cualquier emergencia. Que también. Si no porque está mentalmente preparado para afrontar este tipo de situación extrema en la que estamos todos los españoles metidos por culpa del coronavirus.

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